13 de febrero de 2013 | | By: 4desport

Canastas a suelo vs Canastas colgantes




Muchas veces la elección entre un tipo de canastas u otras puede llevarnos algún que otro rompedero de cabeza, pero no tiene porque ser así si pensamos en aspectos tales como
por ejemplo si va a ser una canasta fija que no voy a mover para el caso de canastas a suelo, o qué peso puede aguantar la estructura del pabellón en el que va a ir ubicada para canastas colgantes.



Si nos decantamos por una canasta a suelo, hemos de pararnos a pensar si va a estar fija para siempre o si posteriormente a su uso la vamos a mover para su almacenaje. En el primer caso no habrá problema, pero en el segundo habrá que prever un lugar de almacenamiento bastante holgado ya que son canastas bastante voluminosas y asegurarnos de que pueden entrar y salir por las puertas correspondientes hasta su emplazamiento final.



Otro aspecto a tener en cuenta si vamos a mover las canastas es el tipo de pavimento que hay en las pistas, que no siempre puede ser el adecuado. Normalmente las canastas van provistas de unas ruedas de nylon altamente resistentes que no dejan huella en el pavimento, pero mejor será comprobar con el fabricante de canastas que las ruedas son resistentes  y con el fabricante de pavimento comprobar qué peso aguanta por m2 dicho pavimento. En el mejor de los casos quizás solo haya que reforzar la zona de pavimento donde va a estar la canasta y el camino que va a recorrer en caso de que vaya a ser trasladada a su lugar de almacenaje.



Si por el contrario habíamos pensado que las canastas colgantes son la mejor opción ya que no tenemos espacio en la propia pista para ponerlas y cumplir con la normativa aplicable (véase UNE – EN ISO 1270:2006), o si no disponemos de un lugar para su almacenamiento, hemos de pensar en varios puntos antes de decidirnos por ellas.



El primero y más importante es que la estructura superior del pabellón en cuestión aguante el peso de las canastas y su estructura adicional en caso de ser necesaria. Estas estructuras, llamadas cerchas, pueden ser de varias formas (vigas cuadradas o rectangulares, IPN, HEB, etc.), tamaños (de 80mm, 100mm, 120mm etc.) y materiales (madera, hormigón o metálicas), dependiendo del arquitecto, el cual es el que nos tiene que contestar a la pregunta de si las canastas que queremos colocar pueden ser soportadas o no.



Una vez que ya tenemos claro que el peso no es nuestro problema, hay que ver dónde va a ir ubicada cada canasta en función de la posición de las pistas (que se suponen ya pintadas). Dicha posición va marcada por normativa (véase UNE EN ISO 1270: 2006) y nos dará el lugar exacto de la canasta, es momento por tanto de ver que esa posición no coincide con ningún tubo de calefacción, refrigeración, ventilación, nudo de cercha, foco de iluminación u otro elemento ajeno a nuestro campo que pueda impedir la colocación de los enganches de las canasta.



Finalmente, otro aspecto a tener en cuenta es el económico. Una canasta a suelo de alta competición puede llegar a valer el doble que una canasta colgante incluido el montaje y transporte de la misma.



A este tema se le pueden sacar miles de flecos, porque cada instalación o pabellón es un mundo y porque varios son los fabricantes. Por eso en otro post os comentaré mas cosillas sobre este tipo de canastas.

Begoña

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