Parece
mentira, pero aún hoy en día hay muchas instalaciones deportivas con problemas
de humedad por capilaridad en sus pavimentos deportivos. ¿Qué como se
sabe? Normalmente en una superficie
sintética, porque empiezan a salir burbujas en el suelo, producidas por el
vapor de agua que quiere salir al exterior y se encuentra con una barrera que
es el pavimento adherido al suelo, bien porque no existe una impermeabilización
de la solera, o porque la misma está mal instalada, o bien porque cuando se
instaló el pavimento, la solera no estaba completamente seca. Cuando digo
completamente seca, quiero decir con un grado de humedad del 2-3%, lo cual sólo
se puede comprobar con un higrómetro, a
ser posible de carburo. Como cálculo aproximado de tiempo, se debe de tener en cuenta que para llegar a
ese porcentaje de humedad se debería de respetar la regla de esperar
aproximadamente una semana por cada centímetro de solera “echada”, es decir,
una solera de 15 cms, por ejemplo, tendría un tiempo de secado de unas 15
semanas. Ni que decir tiene, que durante ese tiempo no se pueden realizar
trabajos sobre la solera que impliquen aplicar agua sobre su superficie, ni
limpiar la misma con agua (no es el primer caso de solera “muy seca”, y muy
limpia porque le habían dado un buen “manguerazo” la semana anterior”).
Aunque salgan burbujas no significa siempre que haya un problema de humedad, pero suele
ser lo más corriente (podría ser también un problema de consolidación de la solera,
o de mala adhesión), y se puede comprobar porque al abrir la zona afectada, hay
restos de humedad (como el rocío de la mañana, no es un charco), o el adhesivo
está descompuesto. Si la zona está sin
abrir se puede pinchar con un higrómetro
y comprobar el grado de humedad, pero
esta comprobación será válida la primera vez, ya que al abrir una válvula de
escape en la superficie, la humedad se evaporará y lo más probable es que a las
pocas horas los valores vuelvan a la
normalidad.
El
problema de humedad es el que más temen todos los fabricantes e instaladores de
pavimentos sintéticos, ya que son difíciles de solucionar a posteriori, y es
muy difícil de hacerle entender a un cliente el problema, que no ha generado ni
el fabricante ni el instalador, pero al que se le culpa el 99% de las veces, ya
que el problema aparece precisamente en el pavimento.
Para
evitar dicho problema, hace ya muchos años que los fabricantes e instaladores,
ante la menor duda de posible humedad por capilaridad (¡ojo humedad de un 7-8%,
no el suelo mojado!), ofrecen a sus clientes una base impermeabilizante que
aísla el pavimento de la solera, efectuándose la instalación de manera
flotante, de modo que si aparece algo de humedad por capilaridad , esta queda
retenida debajo, sin afectar al adhesivo ni al pavimento sintético, dando mayor
seguridad tanto al cliente como al fabricante / instalador.
En
el caso de una instalación de madera deportiva, con sistema de rastreles o
contrachapados que permitan la ventilación del sistema por su interior, el
problema es menor ya que, por una parte, siempre se suele instalar una barrera
de vapor antes de instalar la madera, y en caso de que acabe pasando la humedad
por la misma, si hay instalados unos rodapiés ventilados, que es lo normal,
esta aportación de humedad se va a evaporar, produciendo como mucho, algún que
otro crecimiento de la madera que es fácilmente solucionable dependiendo del
tipo de madera instalada (más fácil en maderas de varias capas, las maderas
macizas tienen muchísimo movimiento).
En
fin, es un problema complicado de solucionar a posteriori, y para complicar más
las cosas, muchas veces aparecen otros factores que hacen que las cosas
empeoren, como pueden ser grietas en el suelo, mala consolidación de la solera,
humedad ambiente, temperaturas extremas, mala planimetría del suelo… pero esa
será otra historia. Y recuerda...
"TE AYUDAMOS GRATIS. LO HACEMOS POR DEPORTE"
Eduardo
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